Una de las novelas policiales más sorprendentes que se han escrito es, sin duda, El misterio del cuarto amarillo, del autor francés Gaston Leroux (1868-1927). Leroux es también el creador de la famosa novela El fantasma de la Ópera (1910) que, si bien no cabe considerarla como novela policial, presenta un relato de misterio con tintes casi policiacos.
Gaston Leroux, aunque también era abogado y cronista judicial, dedicó casi toda su vida al periodismo y a la escritura de novelas, siendo algunas de las más célebres las que tienen como protagonista a su más famoso personaje, el detective Joseph Rouletabille, el cual aparece en ocho novelas, la más importante de las cuales es precisamente El misterio del cuarto amarillo, la primera de la serie de "Rouletabille".
El misterio del cuarto amarillo (Le Mystère de la Chambre Jaune) fue publicada en 1907 y presenta aquello que se denomina "problema del recinto cerrado" o "misterio del cuarto cerrado", es decir, que se halla a un muerto por asesinato en una habitación en la que parece imposible que un asesino haya entrado o salido. Antecedentes de este tipo de problema de la novela policial los hallamos en el famoso relato de Edgar Allan Poe, Los crímenes de la Rue Morgue, o en la novela de Israel Zangwill, El misterio de Big Bow, ya tratados en las páginas de este blog.
En la novela de Leroux, la joven Mathilde Stangerson es atacada por un misterioso asaltante en el cuarto donde ella duerme, que es el cuarto amarillo. El padre del Mathilde, el científico Stangerson, y el mayordomo, el tío Jacques, tras oír unos disparos, acuden al cuarto amarillo ante las insistentes llamadas de socorro de Mathilde.
La encuentran sangrando, el cuarto revuelto y de su misterioso agresor solo queda la pistola, que luego se descubre que pertenecía al tío Jacques. Las ventanas y la puerta estaban cerradas por dentro con lo que nadie sabe cómo pudo el asesino entrar o salir del cuarto amarillo.
Ante lo irresoluble de aquel misterio, la Policía contrata los servicios del famoso detective inglés, Frederic Larsan, en tanto que el señor Stangerson contrata al joven detective Joseph Rouletabille, quien resolverá finalmente el caso, a pesar de lo sorprendente de su solución.
Para conseguirlo, el joven y aventurero periodista Joseph Rouletabille incluso tendrá que viajar a América, además de hacer múltiples pesquisas. En el juicio del caso se acusa a Robert Darzac, el prometido de Mathilde, pero Rouletabille demuestra que Darzac no fue el responsable de la agresión.
El final de la novela resulta sorprendente y no defraudará a nadie que se acerque a ella. Como siempre, los lectores me perdonarán que no descubra la solución que encierran las páginas de esta novela, para que pueda ser disfrutada con la emoción que merece. La novela de El misterio del cuarto amarillo ha sido adaptada al cine en varias ocasiones, desde la primera versión, que se hizo en 1919, hasta una muy reciente, de 2003.
Rouletabille, con su aire de eterno adolescente, su carácter aventurero y su perspicacia e ingenio, representa muy bien el tipo de detective amateur que nace con el Dupin de Poe y llega hasta nuestros días. Rouletabille aparece en otras aventuras debidas a la pluma de Leroux: El perfume de la dama de negro (1909, con las consecuencias del misterio del cuarto amarillo); Rouletabille con el Zar (1912); La extraña boda de Rouletabille (1914); El castillo negro (1914); Rouletabille con Krupp (1917); El crimen de Rouletabille (1921) y Rouletabille en Bohemia (1922).
Estoy convencido de que esta novela os gustará mucho y os sorprenderá por su argumento y por la resolución final. Leroux es uno de los pioneros de la novela policial, uno de los mejores autores franceses del género y esta, su obra maestra, que bien merece una lectura, puesto que se trata de uno de los clásicos del género.
Que Dios os bendiga a todos y Nuestra Señora os proteja siempre. Hasta pronto, amigos.
5 comentarios:
Me ha pasado de nuevo, Fran. En cualquier caso, no me he leído el post. Mañana me paso y haré antes una copia del comentario. Disfruta del fin de semana.
Gracias por los comentarios, amiga. Si te crea problemas, no escribas, porque da mucha rabia que se pierda lo escrito.
Besos, Zambullida
¡Te mataría si desvelaras el misterio! Tiene una pinta estupenda. Me la imagino, noséporqué, leyéndola en un tren, que viaje de noche, claro. Gracias por la reseña, Fran.
¡A la primera! Sin problemas. :)
No hay de qué, Zambullida. Esta puede gustarte. No es larga ni pesada. Se lee bien...
Saludos, amiga
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