EL LIBRO DE LOS SERES IMAGINARIOS
(Dedicado a Zambullida, con todo afecto)
Hace poco me visitó y comentó aquí una querida amiga de esta página, Zambullida, cuyo hermoso y espléndido blog trata, entre otras cosas, sobre la belleza de lo humano, y es un sitio que recomiendo vivamente que visitéis por lo bien que escribe Zambullida, por la hermosura de los temas que toca y la sensibilidad y poesía que desprenden sus escritos. En su última visita se lamentaba de que yo no tuviera mucho tiempo para actualizar este blog (bueno, en realidad, son dos o tres blogs los que llevo entre manos, loco de mí).Y es cierto que últimamente no puedo actualizarlos tanto como me gustaría, pero es que me falta tiempo para dedicarle a este pasatiempo.
No obstante, vaya una nueva entrada. Dedicada a la amiga Zambullida, que siempre ha tenido a bien visitarme y, con tanto afecto y sinceridad, ha querido comentarme la larga ausencia ocurrida.
El otro día encontré, entre los libros de una polvorienta estantería, uno que leí cuando era adolescente. Se trata del Libro de los seres imaginarios, de Jorge Luis Borges, editado por Bruguera (hoy desaparecida, por desgracia), en una edición de 1980, aunque el libro lo escribiera Borges allá por 1962 -¡ya ha llovido! Hoy el libro es accesible en otra edición, de Alianza Editorial, o está en las Bibliotecas, así que no tenéis excusa para no leerlo.
Es este libro una especie de "bestiario" moderno, género que estuvo muy en boga en la Edad Media, y en el cual compila Borges todas aquellas criaturas nacidas de la imaginación del ser humano, especialmente los seres y monstruos que pueblan o poblaron la Literatura universal.
Tuve entonces la ocurrencia de entresacar algunas citas del libro, realmente jugosas, para copiarlas aquí a fin de abrir vuestro apetito y que así os entren las ganas de degustar completo este suculento y enjundioso volumen. Es decir -ya sin metátoras culinarias-, para que os dé gana de leerlo. Van algunas de las más sabrosas citas. Reúno en ellas a algunas de las criaturas más inverosímiles. Espero que los monstruos que demuestran os asombren tanto como a mí. Ahi van:
De "Los ángeles de Swedenborg" (págs. 12-13): "Los ángeles son las almas que han elegido el Cielo. Pueden prescindir de palabras; basta que un ángel piense en otro para tenerlo junto a él. Dos personas que se han querido en la Tierra forman un solo ángel. [...] Los ángeles pueden mirar al Norte, al Sur, al Este o al Oeste; siempre verán a Dios cara a cara. Son ante todo teólogos [...] En el Cielo no existe el tiempo; las apariencias de las cosas cambian según los estados de ánimo..."
De "Los Brownies" (pág. 48): "Son hombrecitos serviciales de color pardo, del cual han tomado su nombre. Suelen visitar las granjas de Escocia y durante el sueño de la familia, colaboran en las tareas domésticas [...] El ilustre escritor Robert Louis Stevenson afirmó que había adiestrado a sus Brownies en el oficio literario..."
De "Los demonios de Swedenborg" (pág. 70): "...los demonios no constituyen una especie; proceden del género humano. No están felices en esa región de pantanos, de desiertos, de serlvas, de aldeas arrasadas por el fuego, de lupanares y de oscuras guaridas, pero en el Cielo serían más desdichados. A veces un rayo celestial les llega desde lo alto; los demonios lo sienten como una quemadura y como un hedor fétido. Se creen hermosos, pero muchos tienen caras bestiales o caras que son meros trozos de carne o no tiene caras. Viven en el odio recíproco y en la armada violencia; si se juntan es para destruirse o para destruir a alguien. Dios prohíbe a los ángeles y a los hombres trazar un mapa del Infierno, pero sabemos que su forma general es la de un Demonio".
De "El doble" (pág. 73-74): "Sugerido por los espejos, las aguas y los hermanos gemelos, el concepto de Doble es común a muchas naciones [...] En Alemania lo llamaron Dopple-Gänger; en Escocia el Fetch, porque viene a buscar (fetch) a los hombres para llevarlos a la muerte..."
De "Los gatos de Kilkenny" (pág. 102): "...En la novela onírica Alice in Wonderland, Lewis Carroll otorgó al gato de Chesire el don de desaparecer... hasta no dejar más que la sonrisa, sin dientes y sin boca. De los gatos de Kilkenny se refiere que riñeron furiosamente y se devoraron hasta no dejar más que las colas".
De "Haniel, Kafziel, Azriel y Aniel" (págs. 111-113): "En la Revelación de San Juan se dice: '...y los cuatro animales tenían cada uno seis alas... y estaban llenos de ojos'. De aquí derivó Chesterton su ilustre paradoja de la noche: un monstruo hecho de ojos (a Monster made of eyes)...
Podría seguir con dragones, con catoblepas, con basiliscos y mil y un seres ilusorios y estremecedores, pero no quiero agotaros; no quiero que mi amiga Zambullida piense que sólo me interesan los seres imaginarios, también adoro a las personas de carne y hueso, aunque ahora veo que ella, que escribe tan bien, no necesita de adiestrar a ningún Brownie para redactar sus novelas y su maravilloso blog. Y también ahora he descubierto por qué tardo tanto en actualizar mi blog: "Para mi desgracia, querida Zambullida, yo también soy un ser imaginario".
Con todo mi afecto, amiga. Espero que podáis acercaros a las páginas de este apasionante libro, bestiario de animales imposibles y -¿quién sabe?- tal vez más reales que nosotros mismos. Que Dios te bendiga, Zambullida, y os bendiga a todos. Saludos y... hasta cuando vuestra imaginación pueda volver a materializarme.
No obstante, vaya una nueva entrada. Dedicada a la amiga Zambullida, que siempre ha tenido a bien visitarme y, con tanto afecto y sinceridad, ha querido comentarme la larga ausencia ocurrida.
El otro día encontré, entre los libros de una polvorienta estantería, uno que leí cuando era adolescente. Se trata del Libro de los seres imaginarios, de Jorge Luis Borges, editado por Bruguera (hoy desaparecida, por desgracia), en una edición de 1980, aunque el libro lo escribiera Borges allá por 1962 -¡ya ha llovido! Hoy el libro es accesible en otra edición, de Alianza Editorial, o está en las Bibliotecas, así que no tenéis excusa para no leerlo.
Es este libro una especie de "bestiario" moderno, género que estuvo muy en boga en la Edad Media, y en el cual compila Borges todas aquellas criaturas nacidas de la imaginación del ser humano, especialmente los seres y monstruos que pueblan o poblaron la Literatura universal.
Tuve entonces la ocurrencia de entresacar algunas citas del libro, realmente jugosas, para copiarlas aquí a fin de abrir vuestro apetito y que así os entren las ganas de degustar completo este suculento y enjundioso volumen. Es decir -ya sin metátoras culinarias-, para que os dé gana de leerlo. Van algunas de las más sabrosas citas. Reúno en ellas a algunas de las criaturas más inverosímiles. Espero que los monstruos que demuestran os asombren tanto como a mí. Ahi van:
De "Los ángeles de Swedenborg" (págs. 12-13): "Los ángeles son las almas que han elegido el Cielo. Pueden prescindir de palabras; basta que un ángel piense en otro para tenerlo junto a él. Dos personas que se han querido en la Tierra forman un solo ángel. [...] Los ángeles pueden mirar al Norte, al Sur, al Este o al Oeste; siempre verán a Dios cara a cara. Son ante todo teólogos [...] En el Cielo no existe el tiempo; las apariencias de las cosas cambian según los estados de ánimo..."
De "Los Brownies" (pág. 48): "Son hombrecitos serviciales de color pardo, del cual han tomado su nombre. Suelen visitar las granjas de Escocia y durante el sueño de la familia, colaboran en las tareas domésticas [...] El ilustre escritor Robert Louis Stevenson afirmó que había adiestrado a sus Brownies en el oficio literario..."
De "Los demonios de Swedenborg" (pág. 70): "...los demonios no constituyen una especie; proceden del género humano. No están felices en esa región de pantanos, de desiertos, de serlvas, de aldeas arrasadas por el fuego, de lupanares y de oscuras guaridas, pero en el Cielo serían más desdichados. A veces un rayo celestial les llega desde lo alto; los demonios lo sienten como una quemadura y como un hedor fétido. Se creen hermosos, pero muchos tienen caras bestiales o caras que son meros trozos de carne o no tiene caras. Viven en el odio recíproco y en la armada violencia; si se juntan es para destruirse o para destruir a alguien. Dios prohíbe a los ángeles y a los hombres trazar un mapa del Infierno, pero sabemos que su forma general es la de un Demonio".
De "El doble" (pág. 73-74): "Sugerido por los espejos, las aguas y los hermanos gemelos, el concepto de Doble es común a muchas naciones [...] En Alemania lo llamaron Dopple-Gänger; en Escocia el Fetch, porque viene a buscar (fetch) a los hombres para llevarlos a la muerte..."
De "Los gatos de Kilkenny" (pág. 102): "...En la novela onírica Alice in Wonderland, Lewis Carroll otorgó al gato de Chesire el don de desaparecer... hasta no dejar más que la sonrisa, sin dientes y sin boca. De los gatos de Kilkenny se refiere que riñeron furiosamente y se devoraron hasta no dejar más que las colas".
De "Haniel, Kafziel, Azriel y Aniel" (págs. 111-113): "En la Revelación de San Juan se dice: '...y los cuatro animales tenían cada uno seis alas... y estaban llenos de ojos'. De aquí derivó Chesterton su ilustre paradoja de la noche: un monstruo hecho de ojos (a Monster made of eyes)...
Podría seguir con dragones, con catoblepas, con basiliscos y mil y un seres ilusorios y estremecedores, pero no quiero agotaros; no quiero que mi amiga Zambullida piense que sólo me interesan los seres imaginarios, también adoro a las personas de carne y hueso, aunque ahora veo que ella, que escribe tan bien, no necesita de adiestrar a ningún Brownie para redactar sus novelas y su maravilloso blog. Y también ahora he descubierto por qué tardo tanto en actualizar mi blog: "Para mi desgracia, querida Zambullida, yo también soy un ser imaginario".
Con todo mi afecto, amiga. Espero que podáis acercaros a las páginas de este apasionante libro, bestiario de animales imposibles y -¿quién sabe?- tal vez más reales que nosotros mismos. Que Dios te bendiga, Zambullida, y os bendiga a todos. Saludos y... hasta cuando vuestra imaginación pueda volver a materializarme.
1 comentario:
Pero, ¡qué sorpresa, Fran!, ¡qué maravillosa sorpresa! Y, si encima, voy en el mismo post que Borges, ¿qué más se puede pedir? El libro que reseñas me parece bello y fascinante a un tiempo. Me quedo con los "brownies" y con los ángeles.
"...,basta que un ángel piense en otro para tenerlo junto a él. Dos personas que se han querido en la Tierra forman un solo ángel." ¡Qué hermosura!
En cuanto termine lo que estoy leyendo, me paso por la biblioteca a zambullirme en esos seres imaginarios. Al fin y al cabo, también yo soy uno de ellos.
¡Mil gracias por el homenaje!
Un abrazo.
Publicar un comentario